viernes, 16 de julio de 2010

JAICU

JAICU es HAIKU (pero en extremeño, que queda más patrio). El HAIKU es un poema breve tradicional japonés, ordenadas en tres versos (3-7-5, generalmente), sin signos de puntuación, ni mayúsculas, ni rima, ni nada. Se entiende como la expresión de lo que está sucediendo en este lugar, en este momento, simplemente. Un canto de esencias y simplicidad.

Y en Valdefuentes me he inspirado para hacer estos 'jaicus', que os guste:

Amarillo
cubre la tierra parda
de los veranos

El reloj
Dona todas sus horas
A quien le escuche

Gris ceniza
cubre la tierra parda
del cruel invierno

Palacio
otrora de marqueses
hoy recio solaz

Sin nadie
en las vereas abrasadas
no hay nada

El rollo
es eje donde gira
la villa feliz

Por prados
camino de las cercas
plañen ovejas

La llaná
De tertulias y naipes
Vive la vida

Queso ácido
turbio vino pitarra
y pan horneado

Regajo
cuna de mis héroes
todos valientes

Solana
vigila la campiña
toda orgullosa

Bienvenida
faro que todo lo ve
hogar de mi alma

Santiago
Camino de devoción
cose la noche

Grumeña
lejana y cercana
es lo que somos

El puente
impaciente y romano
añora tu pasar

Convento
Intramuros para Dios
Dios con nosotros

La Fuente
Olvidada reliquia
Brilla de nuevo

lunes, 24 de mayo de 2010

AIRE DE VALDEFUENTES (poema inconcluso)

AIRE de Valdefuentes

Suena suave
su silencio,
siento susurrada
su soledad,
silba sones
sereno,
sortea sauces
sin savia,
salta surcos
sin semillas,
sube súbito
sin sufrir,
seduce
sin saber,
siempre suelto
sin sombras
siempre suyo
sin soñar
solo sabe
ser…
aire.

Suena suave
su silencio,
siento
sisear
su
secreto.

Valdefuentes 2010

martes, 18 de mayo de 2010

VOLVER A VALDEFUENTES

El pasado finde hicimos una ruta senderista por el Rivero y el entorno de Casillas. Hacía tiempo que no íbamos por ahí y parece que descubríamos América. La dehesa en estado puro, callejas llenas de maleza y abrazadas por las ramas de los árboles y cosidas de zarzales. Pero verde, todo verde. La primavera en Extremadura es efímera al igual que el otoño, es un breve paréntesis entre el frío (mucho frío) y el calor (mucho calor) que no hay que desperdiciar. Valdefuentes tiene un partido judicial pequeño comparado con sus vecinos pero tiene parajes sorprendentes y, sobretodo, llano muy llano que te permite el paseo sosegado, a largas inspiraciones y cerrar los ojos para oler mejor. Y esto me lleva a una reflexión ¿qué podemos hacer para atraer a los valdefuenteños del mundo que hace tiempo que no vuelven y sientan en la cercanía de la tierra lo que en lejanía sienten en el corazón? Hagamos el esfuerzo de volver, pero hagamos el esfuerzo de crear las condiciones para los valdefuenteños volvamos. Quién no recuerda aquellos veranos plagados de gentes venidos de todos los lugares para disfrutar de la placidez, el dulce sopor del estío con una cañita en la Parra porque, ya se sabe, una caña con amigos sabe mejor.